A la hora de planificar la construcción de un estacionamiento, más concretamente cuando se trata de pensar la seguridad del mismo, lo concreto es pensar en colocar topes de estacionamiento que faciliten esa tarea para los vehículos que la deban realizar.
Sin embargo, un detalle que muchos no conocen es que existen dos clases distintos de topes de estacionamiento, que se diferencian principalmente en la función que llevan a cabo en el lugar de aparcamiento.
En primer lugar se encuentran los topes clásicos, que se colocan en el suelo y tienen como objetivo delimitar en lugar de estacionamiento y frenar al vehículo cuando llegó a su lugar.
Distintos son esos de los protectores de columnas, muchas veces mal llamados topes de estacionamiento al igual que la clase anterior. En este caso son materiales de caucho o espuma que recubren las columnas para evitar grandes daños en caso de que un vehículo roce o choque la misma.
Muchas veces, cuando salimos por ahí nos pensamos si coger el coche, porque al final aparcar se convierte en una pesadilla. Una gran cantidad de los coches terminan mal aparcados en los estacionamientos porque la mayoría de las veces de acaba aparcando incluso en dos plazas, no dejando hueco para otro coche sea porque llevamos prisa o por dejar hueco para luego poder maniobrar más fácilmente.
Hay una solución para que esto no se repita: los topes de andén (http://topesdeanden.top), cuyo fin principal es el de ayudarnos a la hora de aparcar. Estos topes permiten que el coche siempre esté bien colocado en su sitio y delimita el aparcamiento, para que todos podamos encontrar un hueco donde dejar el coche. Se colocan fácilmente y no sólo son para grandes estacionamientos, como el caso de los supermercados o centros comerciales. Podemos ponerlos incluso en nuestro garaje para delimitar nuestra zona de aparcamiento, así sacar el coche nunca más será una pesadilla.